Antes de nada desearos feliz año a todos los que entráis en mi blog. He colgado alguna de las fotos que sacamos después de la cena. Como estaban los abuelos cené mas de la cuenta. A las doce. como soy una perrita muy tradicional me comí las doce uvas. Como no puedo cogerlas con la patita me las iban metiendo en la boca. Que tradición mas tonta la de llenarse la boca de uvas en doce segundos. Menos mal que no les dió por los melones o los plátanos. Que difícil tragar tanto verde. Yo, sin que nadie me viera, fui escupiéndolas por toda las casa. Abajo podéis ver el maravilloso momento.
Aquí estoy brindando con la Abuela y Manuel. Me encantan las burbujitas.
Esta es la cuarta o la quinta que nos tomábamos. En estos momentos estaba muy contentilla así que continué y cayeron algunas mas.
A estas alturas iba con un ciego de órdago. No estoy acostumbrada a beber y en cuanto me paso un poco, cosa que ocurre cuando se me calienta el gaznate, me pongo bolingosa. Todo me daba vueltas pero afortunadamente no terminé echando la papilla que en esos momentos danzaba en mi estomago.
Estoy segura de que después de ver las fotos pensareis que soy una vulgar borrachuza, pero os juro que nada mas lejos de la realidad. Es la primera vez que me emborracho y en todo momento animada por los presentes a seguir bebe que te bebe.
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